DESDE "PAULA" DE ISABEL ALLENDE QUE UN LIBRO NO CONMOVÍA TANTO EN RELACIÓN A LA MUERTE DE UN SER QUERIDO


lunes, 16 de noviembre de 2015

Primeras palabras de la autora en la Presentación de su libro


Estoy muy nerviosa y muy emocionada, y como sabía que iba a estarlo no voy a improvisar, he decidido leer. Tengo mucho que agradecer  y no quiero olvidarme de nadie ni de nada.
En primer lugar y fundamental a Fernando Musante, mi compañero, que me bancó estoicamente en los momentos más difíciles de todo este proceso que fue duro, fue triste, fue enloquecedor. El primer tiempo de extremo dolor; el tiempo de decidir si editar o no este libro; el tiempo de dudas y correcciones; y estos últimos días de ansiedades y nervios.  Y también agradecerle porque ha trabajado mucho para que todo esto de hoy en la Presentación salga bien.
A Ture Salvatore, Ture, y a Fernando Belvedere, el Belve. Editor y Director de Arte de Grupo Editorial Sur/Lamás Médula. Ambos le han dedicado tiempo, esfuerzo, talento y amor a la edición de mi libro. Amor por sobre todo. Cada encuentro con Ture ha sido muy especial. El y Belve se han preocupado por cada punto, por cada coma , por cada imagen. Han trabajado mucho y me han tenido mucha paciencia. El libro es un hecho y es bellísimo gracias a ellos dos. Y también les agradezco el título del libro. Que es un hallazgo y lo eligieron ellos.
Ya en el libro le agradezco y le estaré para siempre agradecida a Olga Cosentino, que generosa y amorosamente me prologó, prestigiando y legitimando mis escritos. Realmente no sé si yo me hubiera animado a editarl finalmente el libro si no me hubiera llegado el Prólogo de Olga, que me llegó en los primerísimos minutos del 19 de enero de este año y que la mayoría de ustedes saben, es mi cumpleaños. Parece mentira, parece que no puede ser, pero fue así. En los primeros minutos de mi cumpleaños me llegó el mail que tenía el Prólogo y fue un manto de amor. Como dije, le voy a agradecer por siempre esa generosidad.  Y vuelve a ofrecerme hoy su palabra, su presencia  y su cariño.
A Francisco, amigohermanoymuchomas. Que no sólo va a cantar en esta noche sino que ha sostenido este libro desde su gestación. Desde antes de que yo supiera que este libro iba a ser una realidad, él ya estaba ahí sosteniendo.
A Mónica Santibáñez, amiga. Exquisita actriz. Me emocionó muchísimo cuando me ofreció amorosamente estar acá hoy y prestarme su voz y sus emociones para leer algunos textos. Eso para mí es un regalo enorme, porque yo sé que Mónica no se ofrece habitualmente para leer en este tipo de eventos. Y sin embargo, ni bien yo anuncié que el libro entraba a imprenta ella me escribió diciéndome: “Matu, cuando el libro se presente yo quiero estar ahí y leer”.
A Lautaro, mi hijo. Qué puedo decir… Yo necesitaba que él estuviera acá hoy. Yo siempre necesito que él esté. Y él está acá hoy. Como siempre. Como desde hace tantos milenios.
A mis sobrinas. Marina, Magdalena y Melina, las hijas de Delia. A ellas les agradezco tanto que estén. Para mí es mucho más que una emoción que hoy me acompañen. Para mí era imprescindible que ellas estuvieran acá hoy.
A Lili Flores, que es la hermana de mi hermana y no puedo decir mucho más. Lili es la hermana de mi hermana. Ella para mí ha sido, es, un sostén en mi dolor y yo siento que he sido, soy, un poquito para el suyo que es idéntico.
A Argentores. Estoy muy agradecida de presentar mi libro en este lugar que habito diariamente. Estoy muy agradecida por la forma en que me lo han ofrecido y por la forma en que me han ayudado a concretar esta presentación. Es una alegría y un gran reconocimiento para mí poder estar en este espacio y recibir aquí a mis afectos para presentar mi libro y homenajear a Delia, que supo recorrer los talleres de este lugar antes de que yo trabajara aquí. Gracias Argentores. No voy a nombrar a nadie en especial porque considero que ha sido la entidad la que hoy me abre sus puertas de una forma muy amorosa.
Y gracias a todos, todos, todos y cada uno de ustedes. De verdad los que están hoy acá es porque yo he necesitado que estén. Y les agradezco con el alma la presencia.
La idea es que celebremos el nacimiento de un libro. Un libro que celebra la vida de Delia. Su vida y mi vida junto a ella. Como digo en varias de esas páginas soy la que soy en un 90% gracias a ella, a su compañía, a su sabiduría, a su consejo, y también, por qué no, a sus retos y sus enojos. Delia no fue sólo mi hermana mayor. Fue sostén, maestra, compañera, amiga, compinche, cómplice y hermana mía. Ella fue quien lo definió así una vez, ella dijo: “Stella no es sólo mi hermana. También es hermana mía”. Y para mí fue para siempre así. Y así era. Y así es en esta nueva forma de su existencia que voy acomodando en mi camino como puedo.
Y para celebrar tendremos en un principio la palabra de Olga, la voz de Francisco, la guitarra y la voz de Lautaro, y la voz de Mónica leyendo algunas de mis palabras.

Voy a darle, entonces, la palabra a Olga Cosentino. 

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