DESDE "PAULA" DE ISABEL ALLENDE QUE UN LIBRO NO CONMOVÍA TANTO EN RELACIÓN A LA MUERTE DE UN SER QUERIDO


lunes, 16 de noviembre de 2015

Marcas - página 103 - Leído por Mónica Santibañez




MARCAS
Me hice un tatuaje...
A decir verdad nunca me gustaron los tatuajes.
Han sabido despertarme críticas y repudios...
Pero me tatué el nombre de Delia en la muñeca izquierda. El nombre de Delia grabado en mi piel para siempre.
Sencillamente, hice visible la marca que ya llevo, desde siempre y para siempre, en el alma.
Eso, justamente, fue lo que me ayudó a tomar la decisión...Un día, hace ya algunos meses me puse a pensar en dos cosas: primero, en que solemos soportar marcas en el cuerpo que no hemos decidido; y segundo, que portamos marcas en el alma que podemos decidir hacerlas visibles en el cuerpo.... Así empecé a darle forma a esta decisión.
Yo se todo... Ya se han encargado de hacérmelo saber y, sobre todo, de hacérmelo sentir. Se, bien que sé, que no soy la única a la que se le ha muerto un ser querido y que hay tragedias mucho peores que la mía... Se que soy intensa y febril. Se qué soy exagerada y manifiesta. Se que soy vehemente y que puedo ponerme hincha pelotas (o ser siempre hincha pelotas, si querés) Pero así soy... Para todo... Para amar, para sentir, para pelear, para ayudar, para duelar.... No me siento ni la más desgraciada ni la dueña del dolor... No... En absoluto... Me siento infinitamente triste. Y soy cobarde... no puedo con la soledad que el dolor impone. Me enloquece... Necesito compartirla, convocar al abrazo, llamar al consuelo... La injusta y temprana partida de Delia tiene para mi la dimensión de todo mi dolor. Me re significa todas mis ausencias. Me deja huérfana de toda orfandad.
Entonces, el tatuaje.
Hacer visible esa marca indeleble que llevo en el alma.
...
y sigue...
Para leer más: pagina 102 de "DELIA. Crónica de un abrazo"

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